LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL: LAS POLÍTICAS DEL GOBIERNO FEDERAL
El gobierno de Ernesto Zedillo Ponce es el tercero en impulsar la transición hacia el modelo neoliberal, en la que se veía a la escuela como factor de desarrollo, de integración al progreso. En materia de educación el gobierno Zedillista busca el progreso o desarrollo a nivel nacional e internacional, pero en su discurso permeaba la supuesta intención de preservar las tradiciones e historias educativas del país, y esto lo hacia con el propósito de no atentar contra la ideología y el sentir popular, puesto que la educación era o tenía un valor más allá de lo económico, y con todo ello ganaría terreno en la opinión publica. Se daba una continua intervención de organismos internacionales las cuales no se daban a conocer.
Se da continuidad a la imperiosa importancia por la calidad, la participación ciudadana y la equidad educativa. Con esta última se hace alusión a las desigualdades de las que eran presos los diversos grupos y sectores marginados.
La educación básica se amplio la atención a la demanda, pero a pesar de ello, según el censo realizo en 2000, un aproximado de 1050000 niños de entre 6 y 14 años no asistían a la escuela. Aun sin contar a los niños migrantes. Por lo que se diseña un sistema de información que captara con mayor precisión las rutas y los flujos migratorios.
De igual forma se planteo una mayor atención a las necesidades educativas indígenas, pero estos no pudieron incidir directamente en las políticas, puesto que la incorporación plena de los indígenas en condiciones de justicia y equidad, quedaban supeditadas a la conducta racista de la población en general.
En la educación secundaria, se empeño en dotar de libros y materiales complementarios a los profesores, así como de libros a los estudiantes, pero solo en calidad de préstamo; mientras que en D.F se hacia de forma gratuita.
La educación Especial fue objeto de cambios. Por lo que en 1995 se realizo el Primer Registro Nacional de Menores con algún signo de discapacidad y se impulso la política de integración educativa.
De la misma forma, se dio el programa de Fortalecimiento a la Educación Normal, distribuyéndoles recursos y apoyos, a estas instituciones.
En cuanto a la Educación Media Superior, se le dio poca importancia, a pesar de ser muy sintomático del comportamiento del sistema.
En Educación Superior, se dio la expansión de las Universidades Tecnológicas, que pasaron de 7 a 36. A si mismo la matricula de poco mas de 2 500 a casi 45 400 alumnos. Lo que apuntaba a favorecer al modelo neoliberal en que se trataba de incluir México.
Las líneas políticas sobre las que se deslizaba el desarrollo educativo, son:
1) Federalización.- la cual se da a partir de dos procesos, el primero que responde a la descentralización de la administración federal, y el segundo que refiere a una tendencia a la privatización.
2) Atención focalizada hacia los más pobres
3) Vinculación sistema productivo-sistema educativo.-Se hace énfasis en la formación de los recursos humanos competentes para insertarse en la vida productiva, aquí se instauran diversos programas: 1) Programa de Becas de Capacitación a Trabajadores Desempleados, 2) Programa de Calidad Integral y modernización, 3) Sistema Modernizado de Competencia Laboral. Aquí también se hace alusión al Nivel Educativo Superior, donde se da esta vinculación de la educación y el sector laboral a través de la formación tecnológica; Por lo que las universidades tecnológicas propiciaban que los estudiantes recibieran entrenamiento como prácticas en las empresas, por lo que se desencadeno una mayor demanda laboral en comparación con el número de egresados.
En general y de acuerdo con el factor financiero podemos afirmar que el sector básico recibió mayor proporción de recursos. De igual podemos afirmar que si dio continuidad a los programas y planes de los sexenios anteriores, pero al igual que en ellos, los resultados no fueron del todo convincentes.
Bibliografía:
Noriega Chavéz, Margarita (Coord) Cultura Política y Política Educativa en el Sexenio de Ernesto Zedillo. México, Plaza y Valdés. UPN, 2005., Pp. 17-58.
Me ha servido en demasía, te agradezco el trabajo.
ResponderEliminarPodrías ampliar tu conclusión.
Excelente perspectiva, me ha servido de mucho
ResponderEliminarMe ha servido de mucho tu trabajo, muy explicito y fácil de leer.
ResponderEliminarMuchas gracias
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